
La OEA ha comenzado sus gestiones diplomáticas pero admitió que está pesimista respecto a conseguir la restitución del depuesto presidente Manuel Zelaya antes del plazo fijado para el sábado por la férrea oposición del gobierno de Roberto Micheletti.
"Haré todo lo que pueda, pero pienso que será muy difícil cambiar las cosas en un par de días", dijo el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, que el viernes llegará a Tegucigalpa, reseñó AP.
"No vamos a Honduras a negociar, vamos a Honduras a pedirles que cambien lo que han estado haciendo", añadió desde Guayana, donde asistió a una reunión caribeña.
El secretario general adjunto de la OEA, Albert Ramdin, había dicho a la AP que Insulza ya ha hablado por teléfono con ex presidentes hondureños y líderes religiosos de la nación centroamericana.
Micheletti intenta convencer a la comunidad internacional de que no se han violentado las leyes y dijo que Insulza "será bienvenido".
"Si él quiere hablar conmigo, lo recibiré con mucho gusto", comentó a periodistas en Tegucigalpa.
Desde Panamá, Zelaya dijo a la prensa que continúa decidido a volver a Honduras, donde dijo que sus familiares -incluida su esposa- se encuentran en embajadas que no identificó. Dijo que hoy partiría a otro país centroamericano, que tampoco nombró.
Señaló no temer por su vida y que al volver a su país lo hará para "defender la paz; mi intención nunca va a ser, jamás va a ser promover la violencia".
Consideró que "si hasta aquí llegara mi vida, habría dejado un legado histórico a nuestras naciones", en referencia al respaldo mundial que ha recibido luego del golpe de Estado en su contra.
El vicepresidente con Zelaya, Arístides Mejía, abogó el jueves por "un arreglo pacífico" y en declaraciones a la estación radial HRN propuso incluso un "borrón y cuenta nueva" al gobierno de Micheletti, siempre que se acepte la restitución del presidente derrocado sin imponer "ninguna condición".
Micheletti ha manifestado su férrea oposición a restituir a Zelaya, lo cual llevaría a que la OEA suspenda a Honduras del organismo
En Tegucigalpa, miles marcharon en apoyo al mandatario depuesto y contra la suspensión de algunas garantías individuales durante el toque de queda.
"Hay movilización a nivel nacional... vamos a esperar a Mel, vamos a estar donde él llegue", dijo Juan Barahona, un dirigente del movimiento de apoyo a Zelaya durante la manifestación.
Antes de iniciar la movilización, cuando había unas decenas de personas, la policía lanzó gas lacrimógeno aunque al comenzar a llegar más gente se calmó la situación y no se ha vuelto a reportar ningún incidente o enfrentamiento.
En San Pedro Sula, la segunda ciudad del país y a unos 180 kilómetros al norte de Tegucigalpa, también se realizó una multitudinaria movilización pero de respaldo a Micheletti.
Imágenes de la televisión mostraron a miles que alzaban carteles con mensajes de apoyo al nuevo gobierno, pedidos a la OEA para decir "la verdad" y afirmaciones de que no ha habido un golpe de Estado, como también lo ha calificado la comunidad internacional.
La Policía se enfrentó en esa misma ciudad con simpatizantes de Zelaya, lo cual dejó varios detenidos y cerca de una docena con heridas menores.
Zelaya aseguró en Panamá que en San Pedro Sula se reprimió una manifestación a su favor y que había "cientos de heridos", aunque periodistas locales no pudieron confirmar esa versión.
El jefe de la policía en San Pedro Sula, Leonel Sauceda, dijo a la AP que 78 personas fueron detenidas después de cometer actos de vandalismo y dañar edificios de la ciudad.
El fiscal general adjunto de Honduras, Roy Urtecho, dijo a la AP que dispone de "suficientes" pruebas para encausar por 18 delitos a Zelaya, y que van desde traición a la patria hasta la no aplicación de 80 leyes aprobadas por el Congreso.
El Congreso hondureño aprobó el miércoles restringir algunas garantías individuales durante las horas en que está vigente un toque de queda.
Entre las garantías suspendidas están la libertad de asociación y de circulación, y el vicepresidente de la legislatura dijo que se tomó esa decisión por sospechas de que hay muchas personas de otros países en Honduras que podrían buscar atentar contra la ciudadanía y el nuevo gobierno.
El jefe de la policía metropolitana de Tegucigalpa, Leandro Osorio, dijo que en los últimos dos días se han detenidos a siete nicaragüenses y a un cubano por ingresar ilegalmente al país para supuestamente participar en manifestaciones y provocar disturbios.
El Universal
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.