Editorial El Nacional

100 millones de dólares

Regalo para Zelaya

La corrupción en Venezuela, fomentada y acunada por el poder, es como un inmenso río que desemboca en ese extenso delta de pus en que se ha convertido el Gobierno. Como una agresiva infección que no puede ser combatida por los antibióticos, la corrupción no sólo es un mal nacional, sino que sus redes tienen merecida fama en los escenarios internacionales.

Es difícil cuantificar con certeza el monto de lo sustraído al Tesoro Público en esta última década, porque es tal la tramoya interna que llevará años recabar las pruebas para echarle el guante a los innumerables asaltantes de los dineros de la nación. De allí la constante preocupación por reelegirse y perpetuarse en el poder, para así escapar de la justicia.

Sin embargo, por más tierra que le echen a las pruebas para intentar ocultarlas, no podrán tapar los casos más sonados internacionalmente. Estos últimos deben su vigencia policial y judicial a serias investigaciones independientes que cursan en países como Argentina, donde los escándalos de la valija millonaria de Antonini y de la embajada paralela manejada por el ministro De Vido salpican por igual a la pareja Kirchner y al comandante y su carnal Ramírez, el pimentón rojo.

Se trata de sucesos que no pueden ser ocultados porque la mano protectora de Russián no llega tan lejos, y los kilos de documentos que se han acumulando en los sumarios judiciales no podrán ser mantenidos en secreto por largo tiempo. De igual manera, las redes internacionales de la corrupción en Pudreval irán saliendo a la luz porque el volumen de las multimillonarias comisiones pagadas en el exterior es tal que, tarde o temprano, serán reveladas.

El problema no es que "a la sombra sólo trabaja el crimen" sino que cuando llega algo de luz entonces las cucarachas salen corriendo. Veamos el caso del bigotudo Zelaya, con su sombrerote, saliendo siempre en las fotografías muy sonriente y bien maiceado. Ahora se sabe el motivo de su sonrisa: ¡Venezuela le regaló cien millones de dólares, libre de polvo y paja! Se los envió el comandante en marzo del año pasado, para que los empleara "la Comisión Permanente de Contingencias, la cual usó 2 millones para protección civil y el resto lo trasladó a la Casa Presidencial". Ahora, el nuevo gobierno "investiga el destino de 98 millones de dólares que faltan", según el presidente del Tribunal Superior de Cuentas. "No sabemos dónde está ese dinero", declaró el funcionario. "Los 98 millones de dólares fueron transferidos a la Presidencia, aunque desconocemos quién los recibió porque no hay documentación que indique su destino", añadió.

Según el despacho de prensa, "la Fiscalía ha denunciado que allegados a Zelaya sacaron de las bóvedas del Banco Central más de 2 millones de dólares en efectivo en carretillas". Así funciona nuestro gobierno, sus amigos de la ALBA y sus amigotes corruptos. ¡Qué dolor y qué olor a podrido!