La victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos cambió instantáneamente los cálculos para millones de migrantes o potenciales migrantes en todo el mundo.
Por AP
Pero quizá no de la manera que Trump imaginó.
Trump ha prometido reducir la inmigración, pero al reducir las ya limitadas vías legales para entrar a Estados Unidos, los migrantes simplemente recalibrarán sus planes y recurrirán en mayor número a contrabandistas, dicen los expertos.
En muchos casos eso significará recurrir a grupos del crimen organizado que cada vez se benefician más del tráfico de migrantes.
Los potencialmente afectados proceden de decenas de países y muchos ya han vendido sus casas y sus posesiones para financiar el viaje.
Los venezolanos siguen llegando a la frontera sur de Estados Unidos en cantidades reducidas, pero aún grandes. Los mexicanos representaron la mitad de los arrestos de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en septiembre. Los chinos llegan a través de Ecuador y continúan su camino a través de las Américas. Los senegaleses compran vuelos con múltiples escalas a Nicaragua y luego se trasladan al norte.
La Organización Internacional para las Migraciones de la ONU estima que hay alrededor de 281 millones de migrantes internacionales en el mundo, o el 3,6% de la población mundial. Un número cada vez mayor de personas se verán desplazadas por razones políticas, económicas y de violencia, y más migrantes buscarán asilo, según su informe anual. Advierte que cuando las personas no pueden encontrar vías regulares, comienzan a buscar “canales irregulares que son extremadamente peligrosos”.
Durante la primera administración de Trump, las ciudades fronterizas mexicanas estaban saturadas de migrantes. Los cárteles se aprovechaban de ellos, los secuestraban, extorsionaban a sus familias para pedir rescates y los reclutaban a la fuerza para sus filas. Había cientos de llegadas cada día, así como miles de personas que se veían obligadas a esperar en México el proceso de solicitud de asilo en Estados Unidos, que podía durar años.
Un programa estadounidense llamado CBP One trajo algo de orden después de que la administración Biden lo introdujera a principios de 2023. Los migrantes ya no tienen que acudir a la frontera para concertar una cita y pueden hacerlo a través de sus teléfonos inteligentes. Los refugios fronterizos, que antes estaban abarrotados, se han vaciado y muchas familias están haciendo todo lo posible por seguir la vía legal.
Trump se ha comprometido a poner fin al CBP One . También quiere restringir nuevamente el reasentamiento de refugiados y advirtió durante toda su campaña sobre deportaciones masivas.
Aunque su victoria fue desalentadora y preocupante para quienes se dirigían a Estados Unidos, no fue un factor decisivo.
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