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Mariana González de Tudares, hija del presidente electo de Venezuela, Edmundo González, denunció este lunes que su esposo, Rafael Tudares Bracho, permanece en una grave situación de desaparición forzada desde su detención arbitraria el pasado 7 de enero.
Rafael fue arrestado por agentes de seguridad y oficiales de inteligencia del Estado venezolano, tanto civiles como militares, frente a sus hijos, quienes quedaron desamparados en la calle. Hasta la fecha, su paradero y estado de salud siguen siendo desconocidos.
Desde su desaparición, Mariana González ha visitado diversos centros de detención en Caracas y sus alrededores, sin obtener información sobre su paradero. Ha solicitado por todas las vías legales disponibles el acceso a su esposo, a un abogado de confianza y el derecho a visitas familiares, derechos garantizados por la Constitución venezolana, pero que han sido sistemáticamente negados. Además, se le ha impedido incluso realizar una llamada telefónica.
Recientemente, Mariana ha sido informada extraoficialmente de que Rafael habría sido sometido a una audiencia de presentación ilegal e inconstitucional, sin la posibilidad de elegir un abogado de confianza ni ejercer su derecho a la defensa.
Se le han imputado cargos sin justificación alguna, relacionados con acusaciones dirigidas contra su suegro, Edmundo González, bajo un supuesto “grado de complicidad”. Mariana denuncia que estas acusaciones son infundadas y forman parte de una estrategia política para perseguir a su familia.
Además, fuentes no oficiales han informado que Rafael habría sido trasladado al centro de detención SESMAS, donde se le sometería a un “proceso de adaptación”, que en realidad constituye una forma de tortura física y psicológica. Esta práctica, según organizaciones de derechos humanos, es una estrategia recurrente del Estado venezolano para doblegar a los detenidos.
Mariana González resalta el drama que vive junto a sus hijos y denuncia el sufrimiento de otras familias en situaciones similares, quienes esperan por días y semanas en los centros de detención sin recibir respuestas sobre sus seres queridos desaparecidos. La angustia y el miedo se han convertido en una constante para quienes enfrentan este tipo de injusticias.
Ante esta situación, Mariana hace un llamado urgente a la comunidad nacional e internacional, a organizaciones defensoras de derechos humanos y a los medios de comunicación para visibilizar la grave violación de los derechos fundamentales de su esposo y exigir su aparición con vida.
“Seguiré insistiendo y luchando, como lo hacen muchas esposas, madres y padres en Venezuela, por sus familiares arbitrariamente detenidos y en situación de desaparición forzada”, concluye Mariana González de Tudares.
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