En la madrugada de este martes, la planta eléctrica de la Embajada de Argentina en Caracas, bajo la protección del Gobierno de Brasil, colapsó, dejando a cinco asilados en condiciones críticas. María Corona Machado denunció en llamado alerta a través de las redes sociales, haciendo denunció conocimiento público la situación, como una forma de tortura por parte del régimen de Nicolás Maduro.
“Sin luz, sin agua, sin conexión y ahora con riesgo de perder la comida. Tortura, pura y dura”, afirmó Machado, quien instó a la comunidad internacional a actuar de inmediato. “Aquí se violan TODOS los acuerdos internacionales a la vista del mundo. El mundo democrático tiene que ACTUAR YA junto a quienes luchamos sin descanso por nuestra democracia, hasta lograr la Libertad”.
Los asilados, quienes han permanecido en la embajada desde hace casi un año, han denunciado que la planta eléctrica había estado operando con racionamiento durante los últimos tres meses, después de que funcionarios de Corpoelec, la empresa estatal de electricidad, se apoderaran de los fusibles del recinto. Esta situación de emergencia no solo afecta la conservación de los alimentos, que han llegado con severas restricciones, sino que también limita el acceso al agua potable, ya que el edificio depende de camiones cisterna cuyo acceso ha sido restringido a una vez cada trece días, proporcionando solo 2000 litros de agua.
El Comando con Vzla emitió un comunicado exigiendo la intervención de la comunidad internacional para encontrar una solución urgente a esta crisis. A medida que la situación se agrava, los asilados se encuentran completamente aislados del mundo exterior, lo que refuerza la necesidad de una respuesta inmediata y efectiva frente a las violaciones sistemáticas de derechos humanos que perpetúa el régimen.
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