
Una decisión del presidente Donald Trump puso en jaque al sector petrolero de Venezuela. Su plan de revocar la licencia de Chevron Corp., anunciado el pasado miércoles, abrió la puerta a un regreso de las sombras para una industria que apenas comenzaba a ver luz tras años de sanciones y corrupción. Analistas alertaron que, sin la presencia del gigante estadounidense, el país podría perder miles de millones de dólares y enfrentar un aumento de la opacidad en sus operaciones energéticas.
Chevron trajo transparencia a un sector golpeado por cargamentos fantasma y pequeños comerciantes durante el primer mandato de Trump. Entre 2020 y 2022, Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) dejó de percibir ingresos millonarios debido a esas prácticas. Bloomberg reportó que la empresa estatal, ahora bajo el escrutinio del gobierno de Nicolás Maduro, enfrenta un futuro incierto si las petroleras occidentales abandonan el país. La purga de Tareck El Aissami, exministro de Energía y aliado clave de Maduro, encarcelado en Caracas tras señalamientos de corrupción, reflejó la lucha interna por el control del crudo.
La salida de Chevron no solo amenaza los ingresos venezolanos. Expertos como Geoff Ramsey, del Atlantic Council, advirtieron sobre las consecuencias globales. “Si las compañías energéticas estadounidenses y occidentales se retiran de Venezuela, Maduro se verá cada vez más obligado a depender de intermediarios sospechosos para enviar su petróleo”, afirmó Ramsey en una declaración que subrayó el riesgo de un mercado dominado por actores poco regulados. Este escenario podría devolver al país a tácticas evasivas, como el uso de buques con nombres falsos que eludieron sanciones en 2019.
El impacto económico también preocupa. La licencia de Chevron permitió a Venezuela alcanzar exportaciones récord este mes, un alivio tras años de crisis. Sin embargo, Trump insistió en eliminar esa exención, lo que afectaría a otras firmas como Repsol SA y Maurel & Prom. Síntesis Financiera, una consultora en Caracas, estimó que PDVSA perdería hasta 3.000 millones de dólares al desviar ventas a Asia con descuentos del 20%. Esta caída agravaría la frágil recuperación del país y podría impulsar la migración hacia Estados Unidos, un problema que Trump prometió frenar.
Maduro respondió con cambios en PDVSA. Tras la detención de Pedro Tellechea, exministro acusado de filtrar datos sensibles, la vicepresidenta Delcy Rodríguez asumió el control del ministerio de Energía. Mientras tanto, Chevron adoptó una postura cautelosa. “Somos conscientes del anuncio del presidente y estamos considerando sus implicaciones”, señaló Bill Turenne, portavoz de la compañía, en un correo citado por Bloomberg. La incertidumbre reina: si Trump ejecutó su amenaza, Venezuela enfrentará un retroceso que podría costarle caro.
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